Wednesday 29 October 2014

EL TENTÁCULO DE PIENIADZE

Desde el aciago día en que no preparé lo suficiente la clase de los pequeños, me persigue el constante reproche de la dirección. Primero fue el análisis en el aula; después un  dictamen de folio y medio; luego el comentario en voz alta de que nunca antes se habían visto tantos aspectos negativos en un sólo profesor.

Ayer, cuando los niños aun no habían llegado y el ordenador estaba ya abierto, llegó el cuarto. Oí una voz que venía del pasillo. Un lento inglés con acento sin origen genuino, en el que tiemblan en exceso las silbantes.

 -          Iiiiiiii - crujió la puerta - Louiiiiiiiiiizzzzze! Tu también dazzzzz clases de alemán, ¿verdad?

Por un momento pensé que había decidido proponerme algo nuevo.

-          Ya. Porque, a vezzzzezzz confundezzzz los dos idiomazzz. Probablemente estás cansada... canzzzzaaaaadaaaa. ¿Ezzzztás dando muchas clases, verdad? Sí, sí, ya zzzze vé en tu cara. Tienes muuuuuy mal aspecto. Muuuuy mal aspecto. Deberrrríazzz rrrrrecapacitarrrrr. Sino, vas a afectar a tu zzzzalud.

Dos ojos fríos fijaron su mirada en la víctima, mientras el sonido de las eses intentaba adormecer la consciencia.

-          Eres feeeeeaaaa. Eres feeeeeeaaaa. Estás cansaaaada. Cansaaaada. Dueeeerme, dueeeeermeee... Jaaaa, ja, ja, ja! Jaaaa, ja, ja, ja!

Tras aquella cara anciana zurcida por el bisturí de un titubeante cirujano estético y aquellos brazos flácidos y colgantes, testigo de la verdadera edad de su propietario, la voz metálica del dios del dinero.  Se acercó, caminando con un sonido estridente de los que causan horror entre los niños.

-          Iiiiiiiiiii – Maaaal azzzpectooooo. Tienes mal aspeeeecto.

Fue entonces cuando vi un tentáculo saliendo de su ojo derecho. No era el garfio del Doctor Octopus, sino el palpo de Piedniadze, a quien no gustan los viejos ni los feos. Piednieadze sólo come de la carne de jóvenes y niños, de la energía de los trabajadores esforzados y del aspecto de los más bellos. Él es quien causa las guerras en oriente próximo para poder vender las armas que fabrica y quien provoca los abortos en Ruanda para reunir el ácido hialurónico con el que desdibujar sus arrugas.

Lo veo acercarse e, instintivamente, doy pasos hacia atrás, hasta quedar atrapada entre Piedniadze y la pared. Horror, pavor, furor. No ha habido tiempo de ponerse a cubierto. Sigue avanzando y ya no hay espacio hacia el que huir. Pienso en los niños que ya entran en la escuela. Hay que prevenirlos; hay que buscar la ayuda de otros que estén dispuestos a prestarla. El corazón palpita a lo patata frita. El tiempo se acaba, pero aun seguimos aquí, dispuestos a seguir luchando. No te acerques. Ni un paso más.

Pero ya es demasiado tarde: Piedniadze ha dado el paso último y definitivo, en un anticipo de la noche de Halloween.

-Justiciero de la bicicletaaaa! Justiciero de la bicicletaaa! Ayudanooooos, por favooooor!



 

 
 
Copyright Luisa Fernández Baladrón

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Sunday 26 October 2014

EL ESPACIO PERFECTO

Te tumbas sobre la arena, con la ropa aun puesta, con los pies descalzos, de cualquier manera. Fuera modas de playa, turistas de agosto, vidas perfectas, personas inteligentes. Al Molinar no le importan tu aspecto ni tu edad.

La paradoja de este lugar es que ha sido comprado por los ricos y sigue siendo usado por los pobres. Quienquiera que haya comprado esos raquíticos pisos millonarios no lo tendrá muy fácil para recuperar lo que ha invertido: ni para alquilarlos a precio de oro ni para venderlos obteniendo ganancia. El que puede pagar esos precios no acepta vivir en un lugar pequeño. Así que, de momento, mientras   nuestros estadistas no decidan ponerle puertas al mar, aquí seguimos recuperándonos del resto del día, de la semana: en el lejano jardín de nuestra casa.  Esa en la que cerramos la puerta de entrada y abrimos las de dentro; en la que nada nos afecta.

Mañana empieza otra vez el combate. Y puede que también esa intención de devastar la ribera construyendo un puerto tan grande como innecesario. Pero hoy la conquista es nuestra. Aun tenemos Molinar para patinar, nadar, caminar y disfrutar del paseo en bicicleta.




 

 

 
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Thursday 23 October 2014

INFRINGIENDO LAS NORMAS


Hoy ha sido un día delincuente: he madrugado para encontrar un nuevo alumno. Conseguir un nuevo fichaje sin contar con los fondos del Real Madrid se resume en las siguientes palabras: entregar octavillas impresas con el PC a las puertas de los colegios de Palma. Bajé el Carrer del Socors, para cumplir con mi objetivo, poniéndome para ello al margen de la norma palmesana. Norma que nunca habría osado incumplir el honrado salario de un decente diputado.

Me coloco cerca de la puerta, en un punto discreto, molestando lo mínimo.

 -          Buenos días! – le digo al papá que acompaña a su niño con una sonrisa, mientras le entrego la culpable octavilla con un transgresor brazo extendido.

Para colmo, ahora les da por poner policías a la puerta de cada colegio, para que se aseguren de que los niños cruzan por el paso de peatón y los automóviles paran a su paso. Cosa que es de agradecer, pero que estresa muchísimo cuando eres un forajido.

La actitud malhechora ha sido un simparar: me fui a dar clases SIN HABERLAS PREPARADO, después de haber luchado con temas varios y sin haber dormido lo suficiente. Así, cual Caperucita paseando por el bosque.

Y en esto recibo una llamada de la dirección de la escuela, advirtiéndome de que tendría un control rutinario esta misma tarde en la clase de los pequeños. Fue como una patada en la espinilla propinada por el Justiciero de la Bicicleta. Preparar las clases de los niños lleva un mundo de tiempo: todas exigen un montón de juegos y de historias repensadas. Y, teniendo ya otras clases durante el día, sólo puede tramar un pequeño esquema y bajar algunas fotos de internet. Fotos que uso para introducir el vocabulario, añadiéndoles el nombre con el Picassa. El resultado, por supuesto, era previsible: mal, mal, mal... dicho en términos un poco más británicos. Para colmo, llamé a una niña por un nombre que no era el suyo. Cosa de la que yo ni me acordaba. Debí de hacerlo de forma inconsciente, cumpliendo con lo que ya es tradición en la familia de mi madre: llamar a cada hijo por los nombres de todos los demás hasta agotar el cupo. El nombre correcto es, por supuesto, el último que uno nombra (Pablodigocarlosdigorafadigogalidigoluisa...). Collejas por doquier, propinadas por el ya popular bastón de papel maché que acompaña al héroe del traje gualdo.

Con las orejas caídas me subí a la bicicleta para dar la última clase del día en el otro centro de las Avenidas. Y, aun bajo los efectos del veredicto volví a casa sin acordarme de recoger la bicicleta: a pie, como el resto de los mortales sin dos ruedas.

Ya en casa, he decidido ser condescendiente y hacer un balance muy diferente de mi propio día. Hoy he trabajado en mantenimiento (arreglo de la casa), en artes gráficas (realización de octavillas), en marketing directo (entrega de las octavillas ante los colegios, acompañada de sonrisa y ayudando a las mamás a entrar en el colegio las sillitas de los bebés), en administración y secretariado (atención de llamadas y reorganización de las citas que tenía para mañana por la tarde para poder atender a una reunión de profesores), en velocipedismo (traslado en bicicleta a todas partes de la ciudad, incluyendo la zona limítrofe de Son Fuster), en psicología (alumnos quejosos que lloran a gusto) y, por si todo esto fuera poco, he impartido cinco horas y media de clase. Así que brindo por mí.

Y, como decíamos cuando jugábamos al “quedas” libro también por todos mis amiguitos. Añado una foto de 2009 para el "throw back Thursday" y me voy corriendo a buscar la bicicleta.



 

 
 
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Saturday 18 October 2014

LA EXPERIENCIA VINTAGE

Tras la instalación del ADSL tocaba comprarse un teléfono. Ayer, en cuanto llegué a casa, empecé a hacer llamadas nacionales. Agenda en mano, fui llamando a los que pude, hasta ese punto en que la hora empieza a ser imprudente para llamar a una casa de bien. Como en aquél anuncio de hace diez años, en el que un niño impertinente se adueñaba del teléfono familiar:

-          Hola! Soy Edu. Feliz Navidad!

Son las cosas que tiene la tarifa plana. Ha sido una experiencia tipo “vintage”, de esas que se llevan tanto ahora. Como meterse en un baúl lleno de recuerdos. En ocasiones, con un poco de vergüenza. “Te acuerdas...? Qué ha sido... desde aquella?”. He redescubierto un montón de nombres que se habían quedado desde hace tiempo olvidados en la libreta por falta de móvil y de Facebook. En cualquier caso, me he dado cuenta de qué pocos cuentan ya con una línea fija. Y de que muchos números ya no están en uso.

He comenzado a preparar la nevera para futuras visitas. Como una abuela de los años setenta. A pensar en lo que le gusta a cada uno. Y a tener algunas cosas que poder ofrecer a los amigos.

Mi objetivo, ahora, es el de conseguir nuevos alumnos: diez más antes de fin de año. Vamos a por ellos. Comienza la cuenta atrás.



 
 
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Thursday 16 October 2014

LO MEJOR DE MALLORCA


Me lo advirtieron hace años, cuando vine por primera vez a Palma, mucho antes de haber vivido en Frankfurt o en Berna: el que viene a la isla, se queda. No sé que tiene, pero hasta los más inquietos acabamos por echar raíces en ella.

El caso es que, al principio, cuesta adaptarse. El carácter de estas tierras se parece poco al del resto de España: es tranquilo, sin agitaciones ni prisas; más reservado que el de otros lugares. Tengo muchos amigos en Mallorca, pero casi todos forasteros: pocos mallorquines te abren las puertas de su casa. Así que todos llegamos a la isla refunfuñando.

Pero luego empiezas a tomar el sol; a probar esa ensalada de tomate, cebolla y pimiento que ponen con todo; te acostumbras a salir a la calle de cualquier manera, sin que nadie se extrañe de la pinta que llevas, por muy extraña que sea la pinta. Te acostumbras a la tranquilidad, a poder salir a la calle a cualquier hora del día o de la noche; a poder ir a todas partes en bicicleta sin más percance que el de un agente municipal que te llama la atención por circular sobre la acera. Y, cuando te quieres dar cuenta, eres un colgado más: un nuevo adicto al Mediterraneo.

Desde aqui, muchas gracias a Mallorca y a todos los mallorquines: sois unos maestros del saber vivir.

 
 




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Wednesday 15 October 2014

EL ABRAZO DE LA INDEPENDENCIA

Ya estoy sentada en mi apartamento, con las maletas y las cajas aun a medio deshacer. Mi dos ruedas aparcada en el portal, atada a la barandilla con uno de esos candados de cuatro kilos. Llevando, trayendo y con los restos de fibra óptica detras de la escoba, no sé si por superstición celta de no barrer por la noche o por simple “cansancius vulgaris”.

Por primera vez en mis jóvenes taitantos uso una línea ADSL en exclusiva. Meter la clave en el ordenador; cerrar la puerta de la entrada y dejar todas las demás abiertas; abrir la ventana de par en par, a mi antojo y sin cortinas: quien se moleste que no mire. Cortar la cebolla sobre una tabla nueva, con un cuchillo afilado y el ordenador a un lado; escuchar a los alemanes de Mallorca hablando por esa Insel Radio de eso que ellos llaman noticias; tomarse un té. Libre.

Ayer, antes de entrar a dar clase a los niños pequeños, uno de ellos se abrazó a mí de forma espontánea. Y allí fueron los demás: a imitar al primero. En unos segundos estaba rodeada de una pared de un metro de niños de seis a ocho años.

A la hora de la salida, el espontáneo no quería irse:

 -          Yo me lo paso bien aquí.

Me han regalado sus primeros dibujos. Esos en los que papá se escribe sin acento y daddy con una d.Y ahora los comparto con vosotros.
 







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Wednesday 8 October 2014

LAS ORDENANZAS


Un amigo cincuentón se quedó sin trabajo hace algo más de un año. Su empresa, una PYME mallorquina, solicitó un procedimiento de concurso que fue seguido de un ERE con el que más de uno perdió su diario asiento laboral. Tras los cuatro meses de rigor, a mi amigo se le acabó la prestación de desempleo. Siendo mayor de 35, menor de 52 y español de origen, no tiene derecho a percibir subvención alguna.

Durante los ocho últimos meses, “Equis”, vamos a llamarlo así para no conculcar esa normativa de protección de datos con la que ya nos tienen fritos, se ha “comido” sus ahorros mientras buscaba un empleo en cualquier parte y, últimamente ya, en cualquier cosa. En un país en donde la tasa de desempleo sobrepasa ya el 30%, un mayor de cincuenta años que se queda sin trabajo es poco más que un jubilado sin pensión.

Las dificultades, sin embargo, agudizaron el ingenio de Mr. Equis: Hace dos días preparó unas octavillas con el procesador de textos de su PC. En ellas se ofrecía para dar clases de piano a domicilio. Lógicamente, el paso siguiente era el de repartirlas frente a la puerta de los colegios. Todo iba bien, hasta que llegó un oficial de policía:

-          Disculpe! ¿No sabe usted que está prohibido repartir propaganda en la calle?

-          No puede ser... ¿Es eso cierto?

-          Sí – le contestó el municipal – no se puede repartir propaganda.

-          ¿Y se puede, entonces, pedir limosna?

-          NO – contestó el agente – está prohibido.

-          Y, dígame, entonces, ¿qué se supone que hay que hacer si no se tiene para comer?

El agente se encogió de hombros.

Por supuesto, mi incrédulo amigo no tardó en informarse más detalladamente. Efectivamente, el reparto de cualquier tipo de comunicación escrita está prohibido en la ciudad de Palma a través de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública, publicada en el boletín número 148, de 23 de agosto de 2003. Una ordenanza pensada y aprobada por personas que, a diferencia de Mr. Equis, nunca han dejado de tener carne sobre la mesa.

Lo más divertido de todo es que la única transgresión que pasa “desapercibida” es la que realizan los propios autores de la norma en período de elecciones. ¿O me vas a contar que a tí nunca te han entregado propaganda electoral mientras caminabas por Palma?

La pregunta del millón: ¿Cuál puede ser el objeto de una normativa como esta, como no sea la de limitar la libertad de expresión? Quizá vendría bien que alguno recordase el texto de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano: “: La libre communication des pensées et des opinions est un des droits les plus précieux de l'Homme : tout Citoyen peut donc parler, écrire, imprimer librement, sauf à répondre de l'abus de cette liberté dans les cas déterminés par la Loi."


Mi amigo y yo SOLICITAMOS la derogación de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública. Y que los autores de dicha ordenanza subvencionen de su bolsillo a personas que, como el Sr. Equis, no disponen de otro medio de manutención.

 
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Thursday 2 October 2014

EL JUSTICIERO DE LA BICICLETA

Ayer iba con prisa. Cuando salía de la Plaza de España hacia las Avenidas, justo en ese único tramo de la calle San Miguel en el que está permitido que circulen las bicis, ese en el que hay una gasolinera, había un automóvil aparcado en doble fila diréctamente en la curva. El poco espacio restante se “sorteaba” entre los automóviles y bicicletas que bajaban hacia la Plaza de los Patines. No había sitio para los que querían acceder a la avenida.

Fijate por donde, justo enfrente se encontraba un amable policía municipal, sentado sobre su moto, uniformado y en actitud de servicio. Así que allá me fui: a pedirle al policía que hablase con el dueño para que retirase su vehículo.

- Khe? Khe lo desssaparkeee, quiereee? Señoraaa! Sólo es un coche en doble fila! No me tttt....... khe... llll ... kho...nessssss

Si en ese momento hubiese conducido mi bicicleta sobre la acera, el mismo policía me habría puesto una multa de cincuenta euros. Pero allí estaba el automóvil, aparcado en doble fila, obstaculizando el paso y con todo el atasco alrededor.

Me bajé de la bici y caminé durante un rato, con la bicicleta al lado y la sensación de impotencia pegada a la nuca. Qué bueno habría sido, en estos momentos, que uno esos super-héroes de TBO le hubiese recordado al agente la importancia de las normas que la policía ayuda a cumplir.

De repente me lo imaginé descendiendo a toda prisa del infinito, con su traje de ciclista y una capa amarilla, como si acabase de ganar el Tour de France; armado con una porra de papel maché pintada de amarillo, a juego con el maillot y con la capa. Xosé Troitiño, “ O Xusticiero de Lourizán”, más conocido como “El Justiciero de la Bicicleta”, propinando una colleja al agente del desorden con su arma de papel: con su “tío amarillo” (“der gelbe Onkel”) como diría un alemán.

  Zip! Zap! Toma, toma regalo por tu buen comportamiento! – dice el Justiciero. Y, de un sólo revés, envía al interfecto a la “silla de pensar”: esa que usan los profesores ingleses cuando quieren que un niño deje de hacer travesuras.

- ¿Te ha quedado claro por qué te hemos sentado en esa silla? ¿Si? ¿Te sientes preparado ahora para volver a sentarte con los demás?

Sentí un enorme e inmediato alivio al pensar en esa protección paternal. Así que, rápidamente, empecé a ampliar el elenco de situaciones: una señora a la que le acaban de robar el bolso; la viejecita a la que atropellan por la calle; el indeseable que se orina justo delante de tu portal; el jefe al que no aguantan ni en su casa. El paisano Troitiño puede con todo.

- Hustissiero de la bissikleta, hustissiero de la bissikleta! Axudenoooos, por favooooo!

Y así, sabiéndome protegida por el nuevo héroe de Mallorca, proseguí mi camino con la tranquilidad de quien confía en la justicia.



 
 
 
 
 
 
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