Frido
corrió la cortina de la ducha para limpiar el desagüe. Una mujer
delgada, pálida, con un moño raro en la cabeza, estaba allí, de
pie, sobre el plato de la ducha.
¿Qué haces aquí?
No, qué haces TÚ aquí. Éste es el vestuario de señoras.
Se
enrolló la toalla a las caderas, sobre la ropa interior, con aquél
sujetador minúsculo anudado a la espalda: rancio, viejo, cedido.
Hacía años que el cierre se había soltado del todo en un viaje por
la máquina lavadora. Se miró las chancletas antes de salir,
completamente secas.
¿Siempre te duchas sin agua? – preguntó Frido.
Ella
se había metido en la ducha para poder cantar a gusto. Caro nome. Se
imaginaba que nadie la oiría. Eran las tres y el vestuario estaba
vacío. Era la hora anodina en la que Frido hacía la limpieza.
Ella
hablaba sin parar. Él la miraba con curiosidad desde su ropa negra,
mientras enrollaba el cable. Con aquél jersey de cuello, a pesar del
calor. La luz entraba directamente por la claraboya. Justo en medio,
los banquillos oscuros con percheros. En el suelo, alfombrillas
azules de plástico. Ella estaba al otro lado de los bancos, frente
al espejo.
Esa falda transparenta.
Se lleva así.
Pues le hace falta una combinación.
Se
puso los zuecos y la camiseta rosa mientras seguía hablando. Sus
historias de otros mundos mecían de un modo extraño el rutinario
trabajo de Frido. Se quedó en el vestuario hasta que notó que
estaba oscureciendo.
Nos vemos mañana.
La
vio marcharse. No se atrevió a decirle nada. Ella bajó las
escaleras y se fue.
La tía rara, la nueva. La de los zuecos y la falda.
Nadie
había visto a la nueva, ni a sus zuecos, ni a su falda. Nadie, salvo
Frido.
Vendrá mañana, ya verás. Vendrá mañana y la verás. Vendrá
mañana...
Se
asomó a la puerta, como llamando al día siguiente. “Vendrá
mañana. Vendrá mañana...”
Volvió
quince años después.
Copyright Luisa Fernández Baladrón
Usted puede utilizar este enlace en su página, reenviar este texto o distribuir el documento completo de forma GRATUITA y SIN MODIFICARLO. No puede modificar, extraer o copiar este texto sin la autorización de su autor
asesorfiscal, binissalem, binisalemhttp://www.fernandezbaladron.com
No comments:
Post a Comment