Ya son dos más. Ayer han venido otros dos alumnos. Los dos juntos,
aunque no revueltos. Quedan otros ocho para llegar a la meta, aunque
para hacer las cosas más realistas debiera empezar a dar algunas
clases en casa. De momento voy a múltiples lugares y en casa paro
poco.
Hoy he estado en Vodafone para cambiar los datos de mi factura. Ya
sabes, la nueva dirección y el nuevo teléfono, que ya estoy
empleando desde mediados de octubre. Son muchos los lugares en los
que tenemos que dejar nuestros datos personales. Así que, cuando
toca cambiarlos, no hay más remedio que hacerlo poco a poco.
El caso es que, cuando estaba en la tienda, vi
algo que me pareció espectacular: una super-macro pantalla compuesta
de otras cuatro, proyectando constantes anuncios de la compañía. Me
la imaginé en casa, con las fotos que uso para enseñar el
vocabulario. Con palabrita incorporada y altavoce nítidos. Woooow!
La sola idea me pareció alucinante. Tanto, que hasta salí corriendo
a adquirir un cupón de la ONCE: si toca, me voy corriendo a instalar
las pantallitas. Y luego invito a las mamás de mis alumnos a recibir
una clase gratis. Y grabamos la clase (con permiso de los interesados
y ayuda de mi amigo Andrés, que saca guapo hasta al primo hermano de
Cuasimodo) y colgamos el vídeo en YouTube. Seguro que enseguida me
salen candidatos.
Ya de vuelta en casa, he consultado el sorteo del día. Hoy no ha
sido el nuestro. Pero que nos quiten lo bailado... y lo soñado.
Copyright Luisa Fernández Baladrón
Usted puede utilizar este enlace en su página, reenviar este texto o distribuir el documento completo de forma GRATUITA y SIN MODIFICARLO. No puede modificar, extraer o copiar este texto sin la autorización de su autor
asesorfiscal, binissalem, binisalemhttp://www.fernandezbaladron.com
No comments:
Post a Comment